Por Antonio Cassia, secretario general de la Federación de Sindicatos Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos (SUPEH) y titular de la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (CATEDAH).

El contexto mundial, producto de la conmocionante guerra en Europa, ha puesto al país ante la oportunidad de transformarse con YPF a la cabeza en un referente regional en materia de hidrocarburos capaz de ocupar un lugar en la agenda energética global ante la caída de la oferta que provocaron las sanciones a Rusia. Lo tenemos todo: recursos naturales y capacidad de trabajo.

Pero la pregunta esencial es: ¿Cómo hacerlo? ¿Qué operaciones es necesario realizar para que esto sea viable y no sólo una declaración vacía?

La respuesta es tan simple que impresiona: necesitamos primordial y urgentemente un régimen legal y un andamiaje institucional claros, previsibles e incuestionables para estimular la llegada definitiva de las inversiones para desarrollar Vaca Muerta, para profundizar la exploración e instalar la infraestructura necesaria para el abastecimiento interno y la exportación energéticas. Es un principio sencillo: leyes primero, gasoductos luego. Y, por supuesto, siempre con el liderazgo de YPF, garantizando que los trabajadores estén incluidos en esa ecuación virtuosa entre inversión, generación de empleo y ganancias.

 

Esta quizás sea, al mismo tiempo, la última oportunidad que tiene el país para alcanzar y custodiar la mentada soberanía energética, una gesta que se inició con la fundación de YPF en 1922. Nos urge completar el ciclo, y concebir así a la energía, en todas sus formas y desde todas sus fuentes, como una verdadera política de Estado. Sólo así podremos protegerla de las oscilaciones y humores electorales, y muchas veces, institucionales, a los que parecemos estar acostumbrados.

Quienes toman las decisiones esenciales en esta materia cuentan con los trabajadores y con sus representantes para acompañar ese proceso. Este es un consenso indiscutido tanto en la Federación de Sindicatos Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos (SUPEH) como en la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (CATEDAH). Este es el rumbo que impulsaremos los trabajadores hacia el futuro, para seguir empujando el crecimiento y el desarrollo del sector.

Tanto desde la SUPEH como desde la CATEDAH buscamos que el Congreso trate la Ley que declara como Política de Estado a la energía y promueve a su vez la creación del Ente Autárquico Federativo Regional Mixto de Vaca Muerta. Ese proyecto, que se encuentra para su abordaje en la Comisión de Energía del Senado de la Nación, es el punto de partida para que la Argentina pueda alcanzar el desarrollo sostenido y pueda garantizar y custodiar la soberanía energética.

Esencialmente, queremos para Vaca Muerta una organización multisectorial para el desarrollo energético de la Cuenca que genere estabilidad. Vaca Muerta es una cuenca energética de una singularidad excepcional, por su identidad geológica, hidrográfica, geográfica y territorial. Los protagonistas son la Nación, las provincias, YPF, las empresas privadas nacionales y extranjeras y los sindicatos. A todos ellos corresponde la responsabilidad del consenso para la homologación de una organización que contenga las bases de la declaración de las políticas de Estado para el sector y la creación de un ente federativo regional mixto a modo de organización institucional.

Pedimos, sin rodeos, que la declaración de política de Estado alcance a la generación y distribución de todas las fuentes de energía del país, tanto convencionales como no convencionales, destinadas al trabajo, la producción, la industria y el desarrollo integral de la Nación. También buscamos que se aplique el contenido, efectos y alcance de esta declaración a las nuevas fuentes energéticas que provengan de la innovación tecnológica.

El general Enrique Mosconi inició este camino en 1922, al frente de YPF. Este es el momento de expandir su obra, que en apenas meses cumplirá 100 años.